

Ignasi Maestre Casanovas empieza hoy la ruta de los restaurantes.
Como ya se podrán imaginar, es una ruta virtual porque con esto de la pandemia, tomamos todas las precauciones. Una de ellas es vacunarnos; pero como dice Betty, no podemos bajar la guardia y debemos seguir cuidándonos a nosotros y a las personas de nuestro entorno.
Bueno, ahora a lo que nos ocupa. Como ya sabemos, el sector de la hostelería y la restauración ha sido uno de los que peor lo está pasando. En mis próximas publicaciones haré un recorrido por algunos de aquellos restaurantes que nos han hecho la vida más ‘apetitosa’ a mi esposa y a mí. Hoy comienzo con Cal Serni, ubicado en Calbinyà un pueblito de la comarca de Urgell, en mitad de los Pirineos.
Ignasi Maestre Casanovas su experiencia en Cal Serni
Además del restaurante, Cal Serni tiene huerto y granja de ovejas y cerdos. Sí, se lo imaginan bien; producen sus propios quesos y embutidos. Permítanme hablar un poquito más sobre el huerto. No es un huerto cualquiera. Josep María cultiva cebollas, patatas, y otros cultivos usuales, pero también experimenta con tubérculos como el tupinambo (nyamera, topinambur, Jerusalem artichoke). El tupinambo no solamente es sabroso y muy versátil, sino que es una fuente de potasio, hierro y magnesio.
Todos estos elementos naturales y de fabricación casera son lo que Josep María utiliza para el menú degustación, que siempre es una grata sorpresa, ya que él lo diseña en función de los productos de temporada. Empieza con cuatro o cinco platos de aperitivo, seguido de un primero , un segundo y postre. Les dejaré un par de fotos más de los aperitivos y el primer plato para que vayan «haciendo boca» y se queden con las ganas de ir probarlos muy pronto.


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