

Hace unos meses probamos el pan de masa madre del restaurante Olivos en casa de nuestros buenos amigos Joan y Maricarmen. Además, nos hablaron muy bien del restaurante; por lo que visitarlo era una asignatura pendiente.
Como es un sitio pequeñito que sólo tiene cinco mesas, finalmente conseguimos reservar un domingo de puente que Barcelona estaba prácticamente vacía. Si me acompañan, hoy les contaré mi experiencia, como lo he hecho en otras ocasiones de otros restaurantes.
La ventaja de un restaurante con pocas mesas, es que te sientes como en casa. Ezequiel, un chef innovador y María una anfitriona que además de conocimiento, transmite calideza, son el complemento perfecto para una comida exquisita.
La carta del restaurante Olivos varía con la temporada
Es por esto que siempre ofrecen producto de mercado fresquísimo.
Como aperitivo, había un puré de boniato con chocolate blanco, coliflor encurtida y magranas.
Fuera de carta tenían erizos y navajas gallegas.
Las raciones en general son individuales, lo que permite probar diferentes platos sin llenarte mucho. Sin contar el aperitivo, probamos cinco platos.
Dos segundos E S P E C T A C U L A R E S
Creo que Ezequiel se inspiró en el tradicional mar y montaña para este plato muy bien elaborado, que conjuga perfectamente sabores y texturas: vieiras a la plancha en su punto perfecto de cocción y manitas de cerdo crujientes sobre una base de puré de berenjena ahumada y manzana granny smith; las salsas de los huesos del puerco y crema de huevas. Miren qué colorido!
El arroz de gambita roja es una suerte de risotto muy cremoso. Otra vez, el chef se lució con las texturas del arroz y la combinación de sabores: tirabeques, alcaparras y gambitas rojas crudas. Si no te gustan las gambas crudas, no sufras; porque con el calor del arroz se cuecen lo suficiente.
Ignasi Maestre nos habla de los postres
Como se podrán imaginar, no podía dejar de pedir la torrija. Aunque está hecha con el famoso pan de masa madre de la casa, honestamente no es mi estilo de torrija. Aunque no puedo negar que el helado de hinojo, con que acompañan la torrija, es una propuesta atrevida e interesante. Betty pidió el turrón helado de almendras, supongo que es la versión de Ezequiel del postre almendrado argentino, que estaba buenísimo.
María también nos comentó que tienen varios proyectos para mas acercar su cocina a nuestros hogares. Están trabajando en una web donde podamos comprar su famoso pan de masa madre y otros productos preparados.
Termino sugiriendo que vale la pena darse el gusto de probar el restaurante Olivos aunque sea una vez al año, para una ocasión especial.


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