

La familia de Ignasi Maestre Casanovas, en concreto su primo Joan Domenech, programa siempre la calçotada para principios de marzo, con la intención de disfrutarla al aire libre cuando el clima es más dulce. Esto implica que los calçots se siembren un poco mas tarde de lo habitual.
Joan, como se puede ver en sus rasgos, es un hombre con sus principios inamovibles, serio, amigo de sus amigos y absolutamente unido y defensor de su familia.
Joan lleva en su mochila personal el saber hacer de la tierra y lo rural. Ultimo desciendiente de una saga de panaderos que ha mantenido hasta el último momento el arte de hacer pan artesanalmente. Millones de kilos de masa de harina con su levadura han sido amasados con sus manos. De la misma manera ha mantenido las tradiciones locales, entre ellas la de cultivar y comer en familia los calçots hechos con todo el mimo y cuidado que merecen para que sean excelentes.
Los Domenech tienen un precioso huerto en Picamoixons (el troç como le denominan en Tarragona) donde cada año siembran los tradicionales calçots. Para aquellos de ustedes que no los conocen, les explico. Los calçots son una especie de cebolla, mas gruesa que una cebollina y mas delgada que un puerro. En Catalunya, originalmente en la zona de Valls, se hacen directamente sobre brasas y se sirven con la salsa romesco o salsa de calçots.
Joan, el primo de Ignasi Maestre Casanovas, enciende el fuego con ramitas del huerto

La semana anterior, él recoge las ramitas secas del huerto para preparar la hoguera donde se cocinarán los calçots. Joan cosecha los calçots el mismo día de la calçotada, los recorta y coloca directamente en la hoguera. Esto es el verdadero kilómetro 0…

Una vez colocados en la brasa, los calçots se cuecen hasta que estén prácticamente quemados de un lado y luego se voltean. Cuando están listos se envuelven en papel periódico para mantenerlos calentitos y que se terminen de cocinar. Así quedan siempre muy tiernos.



Mientras Dolors y sus hijas preparan la salsa romesco para acompañar los calçots. Cada una le da su toque especial a la salsa. Si quieren la receta de la salsa, pueden verla aquí.
Entre todos ayudamos a preparar la mesa donde comeremos los calçots.
Los calçots son sólo el aperitivo. Después de la calçotada, aprovechando la brasa, asamos chuletitas de cordero, tocino y butifarras. Y luego fruta, los postres, y café.
Es un momento especial para compartir con la familia…
La mesa está completa; Joan, Dolors, sus hijas con sus esposos e hijos, tías, familia política, y nosotros, que estamos muy agradecidos de poder compartir este momento en familia.


Ignasi, desconocía esta tradición. A unique en Italia tenemos muchas otras, la de los calçots no existe.